DESDE QUITO-ECUADOR

Cecilia

Cecilia Hopen, la colega, la amiga, se va, y se va dejando una huella de trabajo y afectos en nuestros países latinoamericanos. Portadora del discurso psicoanalítico, supo trasmitir en su estilo y en el de la ALI, su rigor así como su generosidad y su interés por los problemas sociales.

Sus visitas a Ecuador, más de una vez, fueron el inicio de su retorno.  Quería sacudir lo que pasaba acá en la región. Si bien se sintió llamada a reconocerse en su país, y a recorrerlo como no lo había hecho antes, le dolían y comprometían mucho las dificultades culturales y políticas de nuestros países. De manera insistente y comprometida quiso introducirse en su nuevo entorno con sus lecturas de Jacques Lacan, confiada en lo que el psicoanálisis podía aportar.

Los lazos que supo armar seguirán vivos en sus textos, sus mensajes, sus preguntas cuestionadoras invitando a la reflexión.

Marlene Aguirre