En estos tiempos inciertos, no pondremos mala cara al placer de Notre-Dame restaurada. También tomaremos el momento para interrogar esta paradoja contemporánea: nunca ha sido tan grande el recelo contra el dominio, mientras que la aspiración a la religión no cesa de crecer. Pasión del Uno, cuyos efectos sacuden bruscamente nuestra actualidad.
Que se lo pueda denunciar con violencia, aunque se lo busque en otro lado, es algo de lo cual el psicoanalista recibe testimonio todos los días. Y su práctica apunta precisamente a desanudar esta desdichada relación con el Uno, sin solución de otra manera: puesto que el amor inicial se torna en odio, a falta de elaborar un modo de dirigirse. Lo sabemos… pero eso también nos concierne.
Porque este lugar y modo de dirigirse a elaborar -la transferencia- el analista se presta para ello, a costa de hacerse su desecho. Ése es su acto.
Pero él no trabaja solo pues sería imposible. Y es por eso que corresponde a los analistas, con la pregunta de la institución o del grupo, aquella del Uno que les dará un semblant de consistencia.
Melman solía sostener ese lugar para nosotros, con el soporte de algunos otros, permitiéndonos durante mucho tiempo trabajar tranquilamente en el abrigo que ese lugar acondicionaba.
Con su partida nos queda la pregunta: ¿podremos inscribir, en lugar de ese Uno, trabajos que valgan suficientemente para crear lazo entre nosotros, a otro más que de oportunidad o de circunstancia?
¡Felices fiestas para todos!
Stéphane Thibierge
Presidente de la A.L.I.
Diciembre 2024
Traducción al español: Iris Sánchez